martes, 23 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Ruth Vega (profesora de Inglés) e Isabel Díez (profesora de Francés)


Llevo varias semanas pensando qué voy a contaros del I.E.S. Juana I, y, durante todo este tiempo que he intentado escribir, la imagen que, recurrentemente, me viene a la cabeza es la de aquel grupo de 15 profesores nuevos que, años ha, llegamos con destino definitivo juntos, con toda la energía de la juventud, y de los que ya casi no queda nadie. Fue una etapa muy ilusionante y siempre teníamos algo entre manos: proyectos de todo tipo, celebraciones... y un montón de buenas ideas, algunas incluso extravagantes, pero la juventud puede con todo.  En fin, todas esas experiencias que ayudan a crecer como persona.

Para mí, aquellos años son como mi infancia del trabajo. Me marcaron tanto para bien, que me he instalado en ellos. Aquella es mi Tordesillas. Uno de mis mejores recuerdos de aquella etapa es las reuniones que teníamos alrededor de una mesa camilla que había en la sala de profesores. Al calor de aquel brasero se gestaron grandes proyectos de centro: Alemania, Finlandia, Inglaterra, y Canadá, por mencionar una pequeña muestra; además de innumerables exposiciones en el hall, donde aprendimos todos de tantas disciplinas diferentes.

De aquellas experiencias gané algunos muy buenos amigos y creo que no me equivoco afirmando que para todos ellos el Juana I es especial, pues el  instituto no era solo nuestro centro de trabajo.

También quiero mencionar, con especial cariño, mi primera tutoría: un grupo de 3º de B.U.P., excelentes alumnos, con los que tuve muy buena relación, y que espero se acuerden también de mí.

Con el paso de los años, el centro se ha ido transformando: muros, aulas y personal hemos cambiado, muchos se han ido, otros permanecemos, y algunos, incluso, han vuelto. Pero yo siento que el I.E.S. Juana I de Castilla sigue manteniendo su espíritu y hospitalidad original.


Y tú, Isabel, ¿qué nos puedes contar del Juana I?


Mi llegada coincidió con la separación del antiguo I.E.S. Juana I de Castilla en dos, dando lugar al I.E.S. Alejandría.

Fue un curso atípico, en el cual asistí a las celebraciones que conjuntamente se hacían entre compañeros que ya estaban en I.E.S. diferentes, pero a quienes unían lazos de muchos años… A ellas acudía con mis compañeros del Departamento de Inglés, con quienes pronto comenzamos a compartir espacio común… actividades e, incluso, amistad.

Desde entonces, varias promociones de alumnos han pasado por aquí, con quienes he compartido muchas horas de clase, pero también actividades extraescolares: teatro, Sanabria, PRAE, salida a la Sierra, Intercambio, viajes a París, etc. (tampoco es cuestión de hacer un recuento de todas), lo cual ha sido posible  gracias a la colaboración entre el profesorado, y a nuestra ilusión y ganas de motivar a los alumnos en aspectos que van más allá del academicismo de las clases.

Lo cierto es que guardo un grato recuerdo de todas las personas que ya se han ido (por jubilación, traslado o, desgraciadamente, por otro motivo), y que me siento muy a gusto trabajando con todos los que formamos esta comunidad educativa y espero, igualmente, seguir haciéndolo en el futuro…


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