Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Laura Blanco.
De los 30 años de este instituto, 5 años de ellos los he vivido con él.
Desde pequeña sabía que, después de hacer Primaria en el colegio Pedro I, seguiría mis estudios en el ahora apodado por el pueblo "instituto viejo", porque Tordesillas ha abierto sus puertas hace pocos años a un nuevo instituto. Pero yo no me dejé engañar por el nuevo edificio y decidí seguir los pasos de mis primos e ir al instituto al que fue hace años mi madre. Cuando en 6 º de Primaria te hacen elegir dónde quieres ir, yo lo tenía muy claro y no me arrepiento, porque he conocido y conozco a gente estupenda, tanto profesores como compañeros.
Me encanta escuchar a mi madre hablar de sus historias en el que es ahora mi instituto, ver cómo ha cambiado en tantos años y saber que yo contaré historias a mis hijos
Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Ana González.
En este nuestro instituto he pasado cuatro de los años más significativos de mi adolescencia y, desde luego, que no me arrepiento.
En este centro he crecido como persona, he ganado amistades… pero no cualquiera, de aquellas de las que, probablemente, duren toda la vida, y he vivido millones de momentos, los cuales recordaré siempre. Por ejemplo: las sesiones de aeróbic con Puri, las de bádminton con César, las láminas de Jesús, los experimentos con Alberto, los verbos con Elena, diálogos con Isabel...y así, como ya he dicho, mil más.
Sí que es verdad que, como todos los institutos, es un recinto para estudiar, aprender... pero al ser un lugar en el que pasas seis horas diarias, también hay que pasárselo bien, disfrutar de cada día y de cada experiencia.
Parece mentira que ya hayan pasado 30 años desde su primer día y que tanto mis padres como mi hermana hayan podido disfrutar de él tanto como yo.
Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Carlota González.
Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Carlota González.
Llevo cinco años en este centro, y jamás me habría atrevido a decir que estos serían los mejores de mi vida. Aquí he crecido, he madurado, he aprendido, he conocido gente y muchas de ellas han aportado grandes cosas en mi vida. El año que viene, cuando termine segundo, cerraré un capítulo de mi vida, un gran capítulo, lleno de recuerdos y momentos.
Hay cosas que jamás olvidaré, como por ejemplo los verbos de Elena, los malabares y la comba de Puri, Matemáticas con Enrique, los mapas de Miguel, los esquemas de Pilar, Trigonometría con María (aunque fuese por poco tiempo), Juan Luis, que logró que me acabase gustando Lengua... Eso y mil cosas más.
Como dicen, la vida son momentos, muchos los olvidamos y otros los recordamos para siempre. Me alegro de haber pasado esta pequeña parte de mi vida aquí, rodeada de tan buena gente, que me ha cuidado desde el principio, y sé que lo harán hasta el final. Gracias a ellos ahora soy quién soy, me han ayudado a formarme como persona y me han enseñado innumerables cosas (y no solo académicas). Solo me queda agradecer todo lo que han hecho por mí, y decir que nunca podré olvidar este centro.
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