miércoles, 1 de noviembre de 2017

HALLOWEEN Y TODOS LOS SANTOS... EN EL I.E.S. "JUANA I DE CASTILLA"

Laura Calvo Esteban, profesora de Lengua y Literatura y coordinadora del Plan de Lectura, nos relata, con su especial sensibilidad, cómo transcurrió esta jornada literario-cultural en nuestro centro.


El pasado 31 de octubre fue un martes intenso. Ya llevábamos unos días viendo cómo el vestíbulo del centro se llenaba de peculiares personajes y de inquietantes escenarios: nos iban anunciando que se acercaba la festividad de Halloween, esa tradición que ha sido acogida con tanto entusiasmo aquí, en España. Y que tampoco difiere tanto de la de Todos los Santos. Son dos tradiciones distintas en cuanto al modo de proceder, pero similares en cuanto al valor cultural: la rememoración de nuestros difuntos.















En el recreo, dimos los premios del CONCURSO DE MONSTRUOS a los alumnos de la ESO:

ADRIÁN ABRIL CANO de 1º A





GUILLERMO HERNÁNDEZ GAYUBO de 1º B


YURKA RODRÍGUEZ ALONSO de 1º C



MARTA GARCÍA CARNICERO de 2º B por su trabajo voluntario.



Un gran trabajo que ha sido guiado tanto por los profesores de Plástica, Santiago y Yolanda, como por sus intuiciones y sus ganas de pasarlo bien. Monstruos geniales y terroríficos.


Ya hacia el final de la mañana, a 5ª y 6ª horas, todos los alumnos de 1º y 2º de la ESO estuvieron viendo una obra genial de Tim Burton: Frankenweenie. ¿Por qué esa obra y no otra? Porque en ella vemos cómo un niño, Víctor, resucita a su perro, no con magia, sino con electricidad. Guarda una estrecha relación con el doctor Víctor Frankenstein que crea su propia criatura, su propio engendro sin nombre, ese monstruo que en la cultura popular adopta el nombre de su creador. Popularmente lo conocemos a través de las pantallas con películas como Frankenstein (1931), El jovencito Frankenstein (1974) o  la más reciente Víctor Frankenstein (2015). Todas ellas toman como referencia indiscutible un mismo germen: Frankenstein o el moderno Prometeo. Esta novela la escribió una mujer, Mary Shelley, y salió a la luz en 1818.


Esta fecha marcó el inicio de esta jornada literario-cultural que comenzó a gestar el grupo del Plan de Lectura del instituto el pasado septiembre. Semana a semana ha ido cogiendo forma. Ese monstruo cumplía durante el presente curso 200 años y hemos querido rendirle nuestro más sincero homenaje.

Comenzamos incluyendo a nuestros alumnos de 3º, 4º y 1º de Bachillerato: el cometido era que escribiesen sus propios relatos de terror, miedo, muerte. Y ayer 31 de octubre hubo todo eso y más, mientras que unos intrépidos alumnos leían una selección de relatos en un abarrotado y receptivo salón de actos. La distribución de premios quedó así:


CATEGORÍA BACHILLERATO

1º: 1º Bachillerato. Ramiro Hidalgo y Sergio Cesteros,  con su sorprendente relato: El loco del tic tac
2º: 1º Bachillerato. Lucía Vaquero  y Paula Rodríguez, por su trepidante pesadilla: Pesadillas después de la muerte.

CATEGORÍA E.S.O.

1º: 4º A. Maialen Díez Bocos, con la historia mejor construida: El mostruo.
2º: 4º B. Verónica Muriel Hernández, con su intenso relato: Detrás de la puerta.
3º: 4º B. Francisco Javier Gay Peñas, y esa pictórica imagen de: La mujer en la ventana.
MENCIÓN ESPECIAL: 4º A. Giorgi Dimitrov, por su originalidad y madurez en:  El monstruo de la silla.

Todas las lecturas quedaron engarzadas con  el visionado de varios cortos: un literario Vincent nos introdujo en su alter ego de locura y ultratumba, Madame Tutli Putli nos llevó en su viaje existencial en tren, el Thriller de Michael Jackson aportó su colorido musical, vigente tras 35 años, y, por último, Lights out, que poniéndonos el vello de punta a todos, marcó el cierre de esta jornada tan especial.

Despedimos a nuestros alumnos con una bandeja de Huesitos y con otra de gominolas para endulzar sus paladares.

Así que: terror y suspense a raudales, literatura de calidad, y mucha ilusión por ver a nuestros alumnos implicados.



Muchas gracias a todos por haber hecho posible este homenaje a este engendro tan humano que es Frankenstein: a alumnos, a profesores y a mi “monstruoso” equipo del Plan de Lectura (Elena, Jesús, Luis y María).

LAURA CALVO ESTEBAN (COORDINADORA DEL "PLAN")

sábado, 3 de junio de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Ignacio Álvarez (alumno de 3º de E.S.O.)

Aunque solo llevo tres años en el instituto, es el tiempo justo para ver todo lo que los profesores hacen por los alumnos:

Aunque por nuestro bien nos han hecho trabajar mucho, también ha habido momentos de diversión, como por ejemplo las excursiones o los talleres en el centro. Hemos ido a Santillana del Mar (Cantabria), Sepúlveda (Segovia), Valladolid, y un montón de lugares más, en donde siempre nos lo hemos pasado genial con amigos y con profesores.

También hemos podido comprar dulces en los recreos solidarios. Gracias a los profesores, hemos podido organizar festivales como en Navidad, en fin de curso o en el Día de la Paz. Todo esto hace que no se nos haga tan pesado estudiar.


¡¡¡¡FELICIDADES!!!!

miércoles, 31 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Paz Ballesteros (profesora de Lengua y Literatura)

Mi gran regalo de Reyes fue una llamada telefónica en plenas vacaciones navideñas desde la Dirección Provincial comunicándome una sustitución en el I.E.S. Juana I de Castilla. 

La alegría que supuso es inenarrable, yo sabía que allí trabajaba Mar, que junto con Victoria, había sido mi principal apoyo cuando comencé a trabajar allá por el 2010, también en Tordesillas, aunque en el otro I.E.S. de la villa. La sustitución era por una jubilación, esto también me produjo gran satisfacción, pues revela que la otra persona no está sufriendo enferma, sino que ha concluido una etapa y comienza otra, que espero y deseo sea muy feliz.

Los mensajes de teléfono no paraban, Mar me contaba todo lo relacionado con los cursos, con los libros, con un aula biblioteca para las clases de Lengua, con sustituir a una institución, con las compañeras, una de Salamanca y otra de Zamora, no me lo podía creer, todo eran señales favorables. 

El día 9 de enero por bien que madrugué, cuando llegué al instituto -con más de media hora de antelación-, Mar se me había adelantado, ya estaba en la puerta esperándome…. lo demás es una niebla en mi recuerdo, su recibimiento afectuoso y acogedor hace que no recuerde nada más …

El día a día también ha sido satisfactorio y agradable, rodeada de un grupo de profesionales encantador, afable y complaciente y unos alumnos vivaces, inquietos, alegres que hacen que cada día sea una nueva gran aventura...

Estoy feliz y encantada por haber podido formar parte del I.E.S. Juana I de Castilla


domingo, 28 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Laura Blanco, Ana González y Carlota González (alumnas de 1º de Bachillerato)


Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Laura Blanco.

De los 30 años de este instituto, 5 años de ellos los he vivido con él.

Desde pequeña sabía que, después de hacer Primaria  en el colegio Pedro I, seguiría mis estudios en el ahora apodado por el pueblo "instituto viejo", porque Tordesillas ha abierto sus puertas hace pocos años a un nuevo instituto. Pero yo no me dejé engañar por el nuevo edificio y decidí seguir los pasos de mis primos e ir al instituto al que fue hace años mi madre. Cuando en 6 º de Primaria te hacen elegir dónde quieres ir, yo lo tenía muy claro y no me arrepiento, porque he conocido y conozco a gente estupenda, tanto profesores como compañeros.

Me encanta escuchar a mi madre hablar de sus historias en el que es ahora mi instituto, ver cómo ha cambiado en tantos años y saber que yo contaré historias a mis hijos 

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Ana González.


En este nuestro instituto he pasado cuatro de los años más significativos de mi adolescencia y, desde luego, que no me arrepiento. 
En este centro he crecido como persona, he ganado amistades… pero no cualquiera, de aquellas de las que, probablemente, duren toda la vida, y he vivido millones de momentos, los cuales recordaré  siempre. Por ejemplo: las sesiones de aeróbic con Puri, las de bádminton con César, las láminas de Jesús, los experimentos con Alberto, los verbos con Elenadiálogos con Isabel...y así, como ya he dicho, mil más. 
Sí que es verdad que, como todos los institutos, es un recinto para estudiar, aprender... pero al ser un lugar en el que pasas seis horas diarias, también hay que pasárselo bien, disfrutar de cada día y de cada experiencia.

Parece mentira que ya hayan pasado 30 años desde su primer día y que tanto mis padres como mi hermana hayan podido disfrutar de él tanto como yo.


Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Carlota González.


Llevo cinco años en este centro, y jamás me habría atrevido a decir que estos serían los mejores de mi vida. Aquí he crecido, he madurado, he aprendido, he conocido gente y muchas de ellas han aportado grandes cosas en mi vida. El año que viene, cuando termine segundo, cerraré un capítulo de mi vida, un gran capítulo, lleno de recuerdos y momentos.

Hay cosas que jamás olvidaré, como por ejemplo los verbos de Elena, los malabares y la comba de Puri, Matemáticas con Enrique, los mapas de Miguellos esquemas de Pilar, Trigonometría con María (aunque fuese por poco tiempo), Juan Luis, que logró que me acabase gustando Lengua... Eso y mil cosas más.

Como dicen, la vida son momentos, muchos los olvidamos y otros los recordamos para siempre. Me alegro de haber pasado esta pequeña parte de mi vida aquí, rodeada de tan buena gente, que me ha cuidado desde el principio, y sé que lo harán hasta el final. Gracias a ellos ahora soy quién soy, me han ayudado a formarme como persona y me han enseñado innumerables cosas (y no solo académicas). Solo me queda agradecer todo lo que han hecho por mí, y decir que nunca podré olvidar este centro.

martes, 23 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Ruth Vega (profesora de Inglés) e Isabel Díez (profesora de Francés)


Llevo varias semanas pensando qué voy a contaros del I.E.S. Juana I, y, durante todo este tiempo que he intentado escribir, la imagen que, recurrentemente, me viene a la cabeza es la de aquel grupo de 15 profesores nuevos que, años ha, llegamos con destino definitivo juntos, con toda la energía de la juventud, y de los que ya casi no queda nadie. Fue una etapa muy ilusionante y siempre teníamos algo entre manos: proyectos de todo tipo, celebraciones... y un montón de buenas ideas, algunas incluso extravagantes, pero la juventud puede con todo.  En fin, todas esas experiencias que ayudan a crecer como persona.

Para mí, aquellos años son como mi infancia del trabajo. Me marcaron tanto para bien, que me he instalado en ellos. Aquella es mi Tordesillas. Uno de mis mejores recuerdos de aquella etapa es las reuniones que teníamos alrededor de una mesa camilla que había en la sala de profesores. Al calor de aquel brasero se gestaron grandes proyectos de centro: Alemania, Finlandia, Inglaterra, y Canadá, por mencionar una pequeña muestra; además de innumerables exposiciones en el hall, donde aprendimos todos de tantas disciplinas diferentes.

De aquellas experiencias gané algunos muy buenos amigos y creo que no me equivoco afirmando que para todos ellos el Juana I es especial, pues el  instituto no era solo nuestro centro de trabajo.

También quiero mencionar, con especial cariño, mi primera tutoría: un grupo de 3º de B.U.P., excelentes alumnos, con los que tuve muy buena relación, y que espero se acuerden también de mí.

Con el paso de los años, el centro se ha ido transformando: muros, aulas y personal hemos cambiado, muchos se han ido, otros permanecemos, y algunos, incluso, han vuelto. Pero yo siento que el I.E.S. Juana I de Castilla sigue manteniendo su espíritu y hospitalidad original.


Y tú, Isabel, ¿qué nos puedes contar del Juana I?


Mi llegada coincidió con la separación del antiguo I.E.S. Juana I de Castilla en dos, dando lugar al I.E.S. Alejandría.

Fue un curso atípico, en el cual asistí a las celebraciones que conjuntamente se hacían entre compañeros que ya estaban en I.E.S. diferentes, pero a quienes unían lazos de muchos años… A ellas acudía con mis compañeros del Departamento de Inglés, con quienes pronto comenzamos a compartir espacio común… actividades e, incluso, amistad.

Desde entonces, varias promociones de alumnos han pasado por aquí, con quienes he compartido muchas horas de clase, pero también actividades extraescolares: teatro, Sanabria, PRAE, salida a la Sierra, Intercambio, viajes a París, etc. (tampoco es cuestión de hacer un recuento de todas), lo cual ha sido posible  gracias a la colaboración entre el profesorado, y a nuestra ilusión y ganas de motivar a los alumnos en aspectos que van más allá del academicismo de las clases.

Lo cierto es que guardo un grato recuerdo de todas las personas que ya se han ido (por jubilación, traslado o, desgraciadamente, por otro motivo), y que me siento muy a gusto trabajando con todos los que formamos esta comunidad educativa y espero, igualmente, seguir haciéndolo en el futuro…


sábado, 20 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Eva López, Estefanía Pelazas y Lorena Pelazas (alumnas de 1º de Bachillerato)


Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Eva López.

Al recordar mi paso por el instituto, no puedo evitar  añorar esa canción de Coldplay: ”Paradise”...

Al principio, todo resultó un poco difícil. En el colegio todo era muy diferente, pero pronto, gracias al apoyo de mis nuevos compañeros de clase y profesores, empecé a habituarme a una nueva etapa que comenzaba en el instituto Juana I de Castilla.

Estábamos realmente asustados. Al compararnos con los demás, éramos los pequeños. Intentábamos en el patio movernos como una piña todos juntos para evitar el contacto con los mayores. Yo, personalmente, agradecí que tuviéramos un edificio apartado del resto. Y ahora yo soy de las mayores y veo muy pequeños a los de primero de la ESO, más de lo que yo creía que era cuando me tocó a mí pasar por esa etapa.

Pero, en cuestión de semanas, ya estás plenamente integrado en la nueva vida del instituto y todos esos miedos del primer día desaparecen.

Son muchos los momentos vividos en este momento de mi existencia.
Los momentos malos eran esos de esfuerzo y superación, tardes de estudio y deberes que parecían no tener fin. Dos y hasta tres exámenes juntos en un mismo día. Lo primero que piensas es: “yo no voy a poder ser capaz superar esto”.

En 1º ESO, en Ciencias Sociales, nuestro profesor Jesús, destacaba especialmente por su gran humanidad y la cantidad de valores que nos transmitía. Se fue al año siguiente a Segovia. La primera vez que teníamos examen para la asignatura de Educación Física. En Ciencias Naturales, Manuel nos hizo aprender la tabla periódica el primer día de clase.

En 2º ESO, nuestro profesor Alfonso, siempre recordado, por todo lo que aprendí con él y que sigo recordando. Como no mencionar a Isabel, la profesora de Francés, por ser una persona cercana a nosotros. Fue todo un privilegio poder pertenecer  ese año al Equipo de Ayuda.

En 3º ESO, fuimos de viaje a Londres. Fue toda una experiencia compartida con mis compañeros y gracias a Ángel Luis Estévez, Ana Rodríguez, Ángel Aguirre (de Educación Física) y Mariel podemos hoy recordar esos momentos tan bonitos vividos.

En Ética de 4º ESO, Jesús nos hacía pensar todo; no era una simple memorización de los apuntes, teníamos que cuestionarnos todo y lo peor es que, si tenías una idea clara, llegaba él con una especie de debate que desmontaba tu razonamiento. Guardo, por ejemplo, recuerdo del dilema del tren. Grandes lazos fueron estrechados con Juan Luis, compartiendo con él momentos tan duros como la muerte de su mujer. Llegó en un momento que dejó una huella en muchos de nosotros por todo lo que se hacía querer.

Y llegamos hasta el curso 2016-2017, en 1º de Bachillerato, donde se supone que empieza la lanzadera hacia la Universidad. La lectura del libro D. Quijote de la Mancha; en clase de Anatomía, la disección de un corazón de cordero…y todo lo que queda por venir.

No resulta creíble la muerte de María, que parece que cualquier día de estos va a retornar con nosotros tras su operación de espalda.

De los compañeros de clase, ¿qué decir? Fueron años maravillosos, de mucho compañerismo, de muy buena sintonía y de muchas risas.

Las agendas garabateadas por tus compañeros, los recreos tocando la guitarra, las entrevistas en la radio Estación JDK y un montón de anécdotas y experiencias compartidas.

En el instituto Juana I de Castilla me han enseñado a seguir formándome como persona, he aprendido de los buenos momentos,  pero, gracias a los fracasos, he tenido  que levantarme una y otra vez, para poder seguir caminando con más fuerza.

Mi relación con este instituto ha resultado ser algo más que una simple relación alumno-profesor. Ha sido hasta ahora una etapa que quedará grabada para siempre en mi memoria.
GRACIAS a todos los que habéis hecho esto posible.

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Estefanía Pelazas.


De este instituto me llevo muy buenas experiencias.

El primer día que lo visité fue cuando cursaba sexto de primaria, era el día de jornada de puertas abiertas y junto con mis compañeros nos mostraron el instituto. Yo tenía claro que iba a estudiar en este centro porque era el más cercano a mi casa y mi hermana mayor estudiaba allí y me habló muy bien de él, además de que me llevé una muy buena impresión.

Recuerdo el primer año en este instituto. El primer día estaba bastante nerviosa, pues todo era nuevo para mí, el lugar, los profesores, algunos compañeros… y el cambio del colegio al instituto era difícil, pues era una nueva etapa en mi vida que debía afrontar, pero a medida que pasaba el tiempo me fui adaptando, gracias en parte a los compañeros y a los profesores que eran muy cercanos.

También he podido disfrutar de multitud de actividades extraescolares. Hemos visitado ciudades como Madrid, Ávila, Burgos o Valladolid e incluso hemos viajado al extranjero, concretamente a Inglaterra, donde estuvimos varios días conociendo lo más emblemático de la capital inglesa. Fue una experiencia inolvidable que pude compartir con mi hermana y mis amigas.

Ahora, estoy cursando 1º Bach. y pienso que el cambio de la ESO a Bachillerato ha sido bastante notable, pero hasta ahora puedo con ello.

A mi parecer, el instituto no me ha servido únicamente para estudiar y adquirir conocimientos, sino que también me ha permitido vivir nuevas experiencias y consolidar fuertes amistades. También me llevo grandes profesores que no solo han estado para impartir clases, sino que nos han apoyado en todo momento a mí y a mis compañeros a seguir adelante y a no rendirnos frente a nuestras dificultades académicas.

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Lorena Pelazas.



La primera vez que pisé este instituto fue cuando hacían la jornada de puertas abiertas y los que estábamos en sexto de primaria íbamos a visitar los dos institutos que hay aquí en Tordesillas, para elegir uno de ellos: el IES Juana I de Castilla, apodado como “el viejo” y el IES Alejandría, apodado como “el nuevo”, ya que es más reciente. Yo tenía muy claro el instituto que iba elegir, el IES Juana I de Castilla, ya que era el que más cerca me pillaba, concretamente a cinco minutos de casa, con mucha diferencia respecto del otro.

Se acababan las vacaciones de verano y ya me iba preguntando cómo iba a ser el cambio del colegio al instituto, si me iba a adaptar bien, qué tal me llevaría con mis nuevos compañeros…
Recuerdo perfectamente cómo el día antes preparaba las cosas con ilusión, pero a la vez con nervios ante el nuevo cambio. Hacía también preguntas a mi hermana mayor, Elísabet, que ya tenía dos años de experiencia en el instituto y me gustaba que me contara cosas sobre ello, cómo eran los profesores, las clases en general…

Llegó el día de adentrarme a la nueva vida de alumna de instituto, que quieras o no te sientes más mayor. Cuando llegué a clase, había bastante gente nueva, pero también conocía a otras personas que habían estado conmigo en el colegio. Me llevé una buena impresión del primer día de clase en el instituto. En general, me adapté sin ningún problema y me llevaba muy bien con los compañeros de clase. En cuanto a las materias, no noté mucha diferencia con respecto del colegio, sí es verdad que había más asignaturas que estudiar y tenías que organizarte mejor en casa, pero no tuve problemas para ello.

Aunque parezca mentira, este es mi quinto año en el instituto y parece que fue ayer cuando estaba entrando en él por primera vez. Admito que hay un gran cambio de la ESO a Bachillerato y yo creo que todos lo hemos notado. Estos cinco años están llenos de muy buenas experiencias que he pasado junto con mis compañeros, como, por ejemplo, la de Londres que fue única e inolvidable. También tengo el recuerdo de algunos profesores que ya no están en este instituto y que considero que han dejado huella.

Ya va quedando menos para acabar mi estancia en el IES Juana I de Castilla que, aunque todavía me queda terminar este año y superar el “temido” curso de 2º de Bachillerato, por lo que algunos profesores nos cuentan, el tiempo se pasa volando y sin darte cuenta llega el día de decidir lo que quieres hacer en un futuro, lo cual no tengo muy claro todavía.





jueves, 18 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Almudena Domínguez (profesora de Lengua y Literatura)

MI PASO POR EL JUANA I…

Un nuevo curso comienza y, con él, un nuevo centro,  I.E.S. Juana I de Castilla. Un centro que lleva por nombre el de una mujer que pasó a la historia sobrecogiendo nuestro corazón… o, al menos, así me lo contaron…

Hoy, cuando todos sentimos el final de curso, recuerdo con cierta nostalgia mi llegada. Fue agradable desde el primer momento;  las conserjes me llevaron a la sala de profesores, allí me reuní con algunos de los compañeros del departamento de Lengua: Mar, quien, con su amabilidad, ha hecho todo lo posible para que me sienta como una más de este centro; Laura, gran compañera, con quien había cursado Hispánicas hacía alguna década y, ahora, el destino nos unía  para compartir nuevas vivencias; y con Juan Luis, quien nos daba el relevo hablándonos con ilusión de su paso por el Juana I.

Y así, poco a poco, fui comenzando en Tordesillas, entre clases, reuniones, compañeros y viajes, con mis idas y venidas desde Salamanca, que gracias a la compañía de Isabel y Cristina se han ido haciendo agradables.

A lo largo del curso hemos recibido a nuevos compañeros que  han aportado una chispa de alegría a nuestra vida, como Paz, con su constante cordialidad… pero también hemos despedido a otros: Pilar, que se fue al terminar  su gran etapa como docente, y a nuestra entrañable María

En fin, los viajes, las reuniones de departamento, de tutores, mis compañeros,  las conserjes,  el equipo directivo… me han hecho sentir que formo parte de este gran centro…y por supuesto, mis alumnos, la razón por la que estoy aquí.

Es un placer estar con todos vosotros.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Emma Gutiérrez, Laura Rodríguez y Marina Villagarcía (alumnas de 1º de Bachillerato)


Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Emma Gutiérrez.


Es mi segundo curso en este centro y, aunque en un principio tenía mis dudas y miedos, porque era una etapa nueva en la que los compañeros que habían estado a mi lado durante muchos años desaparecían, hoy puedo decir que mi experiencia ha sido buena, he conocido a mucha gente (como compañeros y profesores). 

En todo momento me he sentido bien recibida y eso es lo principal, por ello espero que este curso no sea el último que pase en el instituto y así poder seguir disfrutándolo algún año más.

Porque yo creo que el instituto es de los alumnos y somos nosotros los que tenemos que disfrutarlo.



Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Laura Rodríguez.



Parecía que nunca iba a llegar, pero llegó: el 14 septiembre, primer día del instituto del curso 2012/2013. 

Primero nos llevaron a la sala de usos múltiples para darnos una charla y, luego, nos asignaron a los tutores y las clases. Ya en clase, nos explicaron dónde estaba cada cosa (menos mal, porque si no uno se pierde), las reglas del “insti”, etc. Cada uno nos presentamos, aunque la mayoría ya nos conocíamos del colegio. 

Al principio me parecía que me iba a perder o que iba a ser más difícil porque eran nuevos profesores y compañeros, cambio de horarios y de asignaturas, pero, al final, no fue tan difícil como parecía.

Los primeros días de instituto fueron bastante entretenidos, ya que era algo nuevo para mí y no sabía muy bien cómo iba a funcionar eso, pero ya los días siguientes fueron siendo poco a poco más difíciles y más duros. 

A día de hoy, va siendo cada día un poco más complicado y Bachillerato es otra etapa nueva en la que hay que esforzarse bastante.

Respecto a los profesores, voy conociendo a muchos nuevos cada día. A lo largo de estos cinco años, he tenido bastantes y la mayoría muy agradables, aunque otros un poco duros. ¿Quién no recuerda los exámenes de verbos irregulares con Elena, en Inglés, los mapas con Galindo, Lengua con Pilar o Francés con Isabel?

Sin duda, el mejor recuerdo que me llevo, a día de hoy, es el viaje que hicimos a Londres, cuando estaba en 3º de ESO (curso 2014-2015). Fue inolvidable, ya que era la primera vez que volaba en avión y salía al extranjero.

Todos estos años en el Juana I de Castilla han sido muy buenos y me han servido para hacer amistades y, sobre todo, para aprender cosas nuevas.

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Marina Villagarcía


La verdad es que no sé cómo podría resumir los cinco años de mi vida en el I.E.S. Juana I de Castilla.

Tengo muy buenos recuerdos y dudo de que alguna vez pueda olvidarlos … y gracias a la iniciativa de Mar, la profesora de Lengua, estamos contándolo entre todos.

Recuerdo con exactitud cómo el primer día del Instituto todo me parecía enorme y me confundía de pasillos. Pero pronto te acostumbras a ellos subiendo, bajando…

Seguramente, mi paso por el “ Juana I de Castilla” no sería el mismo sin todos los profesores que me han dado clase: Jesús (Historia), Cristina e Isabel (Francés), Ana (Biología), Juan Luis (Lengua), Juan Antonio y María (Matemáticas), especialmente María, ya que el poco tiempo que tuve la suerte de recibir clases de ella fue maravilloso. Además,  gracias a todos ellos, a los que me han ayudado y a los que me ayudan a comprender, he podido aprender multitud de cosas que me serán muy necesarias en el futuro. Ahora que espero que me quede poco tiempo para irme del Juana, no puedo dejar de recordar todo lo que he vivido allí: cuando voy por los pasillos o cuando veo a antiguos profesores.

En resumen, creo que estos últimos cinco años de mi vida están siendo fantásticos, ya que “el Juana” está siendo como una segunda familia para mí por todos los vínculos creados entre todos.

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Héctor Jimeno y Rubén Galván (antiguos alumnos)

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Héctor Jimeno.

Recuerdo mi paso por el instituto como unos años muy buenos.
Todos sabemos que estudiar es duro, pero hacerlo rodeado de los amigos de toda la vida lo hace más sencillo. Creo que dentro del instituto tuve todas las emociones que una persona de esa edad puede tener, y, si no fue dentro, fue viajando, porque viajamos mucho. Viajando se aprende el doble y se valora infinitamente el esfuerzo de los profesores para poder hacerlo.
Yo dejé el Juana I de Castilla hace ya siete años, con la ilusión de ser arquitecto. En unos meses esta ilusión será un hecho y, en parte, gracias a lo que aprendí aquí. Aprender en el sentido más amplio de la palabra.
De momento, mañana vuelvo para compartir con los alumnos algo de todo lo que me han enseñado en este periodo que he estado fuera del instituto.


Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Rubén Galván.

Mi experiencia en el IES Juana I de Castilla fue una de las más maravillosas experiencias que he tenido en la vida. Cuando empecé el instituto sabía de sobra que a lo que me iba a enfrentar no se podía comparar con lo que viví en el colegio (dificultad, personas que conocí, etc.). Uno de los hechos más destacables era que me empezaban a entusiasmar las matemáticas. Cuanto más aprendía mates, más me encantaba.

sábado, 13 de mayo de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Laura Calvo (profesora de Lengua y Literatura) y las "coplillas" de los alumnos de 2º E.S.O.

YO ENSEÑO EN EL JUANA I

Mayo es un mes que me provoca alegría, quizá porque es el mes en que me tocó nacer, pero, a la par, desde que soy profesora va instalándose en mis tripas una sensación de vértigo que va anunciándome que el curso va expirando. Y esto me lleva también a rememorar momentos que han ido jalonando esta trayectoria que, en este caso, comenzó a principios de septiembre de 2016.

Desde luego, no todos han sido buenos momentos. María, la compañera de Matemáticas, nos dejó para siempre y su ausencia ha sido un buitre que nos sobrevuela cada día y que nos recuerda nuestra vulnerabilidad, “ourmutability”.

Dime, hermosura,
por qué tu luz se mustia.

¿Cómo hemos ido sobrellevando la situación? Trabajando. Enseñando. Es lo nuestro. Era lo suyo.

Por otra parte, aquí he tenido la suerte de conocer a mis compañeras del Departamento de Lengua con las que ha habido tan buen entendimiento.

De Pilar, me llevo su empeño en que los alumnos lean por placer en el aula.

De Almudena, tomo su sensibilidad y buen juicio. Tiene ese aire de ensueño que nos imprimió el Palacio de Anaya en Salamanca los años en que, ilusionados, allí nos formamos. Letra labrada en aquella piedra de Villamayor con la luz de los siglos incidiendo en el aula. Es respirar a Fray Luis y Unamuno in situ. Solo el que ha estudiado allí sabe de qué hablo.

Paz me arrebata cada día con su latir zamorano, tan al unísono con el mío. Ella dice que tiene mucho que aprender y a mí me encanta escucharla porque aprendo continuamente de ella, de su frescura. Pax dixit.

Y por último, Mar: el mar, la mar, siempre Mar. Excelente jefa y con una gran capacidad de trabajo, incansable, inagotable y eficaz, siempre eficaz. Y lo mejor de todo, una buena persona con una gran alma omnipresente en el centro.

En conjunto nos compenetramos muy bien. Cada una aporta una tonalidad diferente a cada reunión semanal.

Otro aspecto que me ha llamado la atención del centro, ha sido el de los Equipos de Ayuda. Son los alumnos los que colaboran gestionando los problemas propios de la convivencia. Como tienen una formación diseñada por Nieves, la Orientadora del centro, enfocan el problema no con discusiones inútiles, sino con prudencia.

Me ha fascinado la idea de ESCARAMU¡ZAS! por todo lo que conlleva: preparación de una actividad, seguimiento y ensayo durante semanas y, por último, un resultado excelente. Me cautivaron los mensajes de las pancartas de 2º B: IGUALDAD PARA TODOS; así como también, la música que salió de los alumnos de 3º A. Ahí la labor de Susana A. por sacarles su lado más musical y artístico desbordó mis expectativas.

Por último, destacaría el Grupo de Lectura; grupo variopinto al que tengo el placer de pertenecer: Mar y Susana A., a las que ya he aludido previamente, Jesús que es capaz de trabajar con el ordenador y proyectar en él todas las ideas, y Elena C., siempre con su apoyo y su sonrisa tan maternal. De las reuniones semanales todos los viernes a 4ª hora se han ido gestando y perfilando proyectos.

El proyecto Zorrilla para rememorar la festividad de los Santos fue muy acertado. Los alumnos de Bachillerato colaboraron con sus divertidas actuaciones de una escena de Don Juan Tenorio. Ahí vimos cómo a través de la risa, podemos afrontar un tema tan serio.

Otra idea genial fue la de empapelar, tanto los ventanales del vestíbulo como el pasillo de 1º de E.S.O., con las portadas fotocopiadas en color de los libros escogidos por los alumnos y sus respectivas recomendaciones, muchas de ellas cargadas de emoción: la emoción de nuestros alumnos suscitada por una lectura. ¿Qué más se puede pedir?

Otro momento crucial giró en torno a dos mesas repletas de libros, dispuestas en el vestíbulo durante una semana. Hacía tiempo que no veía ese afán por leer. Me recordó mis viajes en metro cuando daba clases en la Comunidad de Madrid y muchos de los viajeros íbamos leyendo. Esto sí que es conmemorar el Día del Libro: los alumnos y los profesores se acercaban durante el recreo y manoseaban, aconsejaban, hojeaban todos aquellos libros que habían estado esperando una mente curiosa que se los llevase. Nada es casualidad. De allí, Mar me consiguió una lectura que he andado buscando por alguna librería y cuya historia se localiza en Tordesillas. Es una historia con elementos mágicos y la magia que fluye por el Duero me une a Tordesillas.

La vida en el centro va configurándose con todos los compañeros y compañeros no docentes: Raquel, Sonia, Enrique, Isabel, Elena, Sandra, Diego, en fin, con todos.  Y con los alumnos, a los que intento enseñarles Lengua y guiarlos en su andadura. No olvido que ellos son la razón por la que vengo a trabajar con fuerzas renovadas y con una sonrisa cada día. Porque este trabajo es como el enamoramiento: necesario, preciado, valioso y… loco. Loco como esa reina que nos da la bienvenida en la entrada todas las mañanas.

Por último, aquí dejó plasmado parte del trabajo que hizo todo 2º de E.S.O. el día 21 de abril para conmemorar el Día del Libro. El lema era: YO ESTUDIO EN EL JUANA.

Carla, Haidee y Mario:
¡Entre! Siéntese.
Aquí le podemos ofrecer
una buena sonrisa:
Solo tiene que pedir cita.
Aquí hay ciclos, hasta FPB.
El Juana es lo que ves.
Nosotros te ayudamos con lo que quieras
porque somos amigos de primera.
Aquí todo el mundo sabe estudiar,
gracias a las técnicas,
que son lo más.
Y lo más peculiar
es que hay motes
de lo más genial.
¡Estos treinta años van a triunfar!

Aarón, Juan y Álex:
Yo estudio en el Juana I de Castilla.
Este instituto es una maravilla.
Los alumnos le dan la gloria.
Y con Miguel yo aprendí Historia,
aunque es un poco mandón
y suspende a mogollón.
En cambio, Asunción,
aprueba a un montón
y nos enseña Religión.
Los partes abundan en Jefatura,
y cuando das guerra,
te lo ponen sin duda.
La cafetería se llena
y los bocadillos vuelan
después de que con Puri todos aprueban.
Los pasillos llenos de alumnos
dan guerra como vagabundos
y comen pipas Facundo.
Llenan el suelo de cáscaras
y con María José hacen máscaras.
A María la queremos con locura
y su alma en nuestro corazón perdura.
Era muy buena profesora,
aunque un poco mandona.
Se nos fue el trimestre pasado,
aunque en nuestro corazón se ha quedado.
Los profesores del Juana son muy majos
y con ellos vamos a petarlo.

Matheus, Hugo, Revu:
Yo estudio en el Juana,
me levanto a las ocho cada mañana.
Soy feliz; llevo una vida sana.
Somos unos chicos con mucho vocabulario.
Hoy celebramos nuestro 30 aniversario,
en este instituto extraordinario,
que no tiene adversario.
Damos muchas asignaturas
y los profes lo hacen con mucha ternura.
Damos Lengua, Física y también Cultura.
Nos encanta la comida de la cafetería;
es nuestro alivio siempre cada día
y Katy a veces nos regala unas dulces chucherías.
Los profesores deberían de comprendernos:
es difícil completar nuestro cuaderno.
Esto no es el Averno:
es un instituto moderno.

Llali, Inés y Eva:
Somos tres chicas inteligentes,
aunque la gente piense diferente.
Aunque el estudio no se nos dé bien,
en las clases nos lo pasamos super bien.
Estar contigo es muy divertido,
aunque los suspensos sean repetidos.
En el Juana nosotros estudiamos
y siempre algo liamos:
Un canutillo en el techo
que mi amigo de al lado ha hecho.
A primera, dormidos estamos
mientras que a segunda ya molestamos.
En clase de Inglés estudiamos
y en Historia la cagamos.
Al final del día todo es alegría
y sobre todo si es viernes ese día.

Iván, Sergio, Aarón, Alejandro, Juan, Diego, Álvaro:

Yo estudio en el Juana,
aquí estudia hasta mi hermana.
Aquí en el Juana comienza mi carrera,
ahora presiento una nueva era.
Los profesores son buena gente,
aunque Miguel es muy exigente.
El equipo de ayuda
nos soluciona todos nuestros problemas y dudas.
La vida es dura,
pero aquí hacemos los exámenes con soltura.
El director no nos da el tostón;
solo nos dice que nos portemos mejor.
Para finalizar,
damos gracias a Laura
por dejarnos hacer este rap.

Adrián, Marce y Diego:
Yo estudio en el Juana
donde vengo todas las mañanas.
Tenemos muchas asignaturas;
una de ellas es Cultura.
Y cuando la estudiamos
sube la temperatura.
Tenemos un laboratorio
donde hacemos experimentos
y en Música estudiamos los instrumentos.
Tenemos profesores de Historia como Miguel y Alfonso,
que tienen muy buena memoria.
Aquí hay que plantearse un buen horario
y Manuel no se olvida de su café diario.
Con estas rimas os deseamos un feliz aniversario.

Jimena, Nora y Lucía:
En el Juana I de Castilla es el 30 aniversario.
En Tordesillas nosotros estamos,
por si quieres venir a visitarnos.
Nos lo pasamos muy bien y disfrutamos.
Con Susana tocamos las palmas,
con Cristina soñamos
y con Miguel nos esforzamos.
Con Paz hacemos rondas de negativos,
con Alfonso todo el día vacilando
y con Isabel y Sandra todo el día vagueando.
Hoy vamos a la radio cantando
una canción del 30 aniversario.

Laura, Celia, Aura y Andrea:
Mi pueblo es Tordesillas.
Somos maravilla.
Estudiamos en el Juana
entre colegas y risas.
Yo busco en el diccionario la palabra “hacer”,
los martes a tercera toca Inglés.
Y los viernes a última,
Historia con el señor Miguel.
Laura, la tutora, es muy maja y peculiar,
y con ella en Lengua trabajamos genial.
Pero esto en el Juana es normal.
Francés con Isabel,
Biología con Manuel.
Alfonso con Cultura,
Elena con Inglés
y Cristina nos da Química.
Estudiamos en el Juana,
eso no lo cambia nada.


Aarón, Daniel:
Aquí en el Juana es muy normal
por los pasillos veo gente disfrutar.
Con los exámenes de Miguel aprobamos,
y por eso, disfrutamos.
Los de Alfonso son hermosos
como un bocata de nabos bien sabrosos.
Los de Cristina son complicados
pero así están acabados.
Los de Laura son bonitos
y luego nos tomamos un caldito.
Como en el Juana estudiamos,
nosotros MOLAMOS.
Hago un truco ¡Abracadabra!
Y con Cristina nos vamos a PASAPALABRA.

Cosmin, Christian y Atian:
Yo estudio en el Juana y
no estudio, sino que rapeo
y por supuesto, mis estudios son un cachondeo.
Vengo y voy sin hacer nada
como si atravesara las llanuras de La Habana.
Por la sabana anochece
y yo dormito mi pesar.
Voy vagando por los bosques,
soñando con el mar.
Oh, reina Juana.
Juana de la Morería,
por ti suspira Castilla
y por supuesto, Tordesillas.
Kevin y Josemi:
Somos Juana I y vamos a celebrar
los 30 años que hoy vamos a cantar.
Y con este ritmo tenemos que bailar
y este día lo vamos a petar.
Porque todos juntos vamos a ganar
y con este rap me voy a casa a descansar ya.

Aitana y Álvaro:
Somos dos chicos de este instituto.
En ocasiones no nos sentimos respetados en este lugar.
Pensamos que hay gente de todo tipo y de diferentes clases sociales.
La lucha diaria que tenemos por intentar ser aceptados ha acabado.
Somos libres de hacer todo lo que queramos,
de todo lo que nos haga felices.
Respecto a los profesores,
los admiramos bastante
por la paciencia constante
y los grandes logros
que han conseguido en su vida laboral.
Pensamos que, en ocasiones, no nos tratan como deberían,
pero no nos cabe duda de que en ocasiones somos irrespetuosos y maleducados,
pero por lo menos, por nuestra parte, ¡os admiramos!.

Ikram:
Yo estudio en el Juana, un instituto en Tordesillas,
al que vas muy triste cada día.
Pero según entras, encuentras a los compañeros
jugando y riendo a carcajadas
y te unes a ellos.
Aparte de aprender,
también te lo pasas genial.
En este lugar
tengo una pequeña familia:
amigos y profesores.
Aunque a veces son un poco rollo las asignaturas,
los profesores intentan hacerlas más divertidas.
En este instituto, a veces, hay mal rollo entre los compañeros,
pero pasa en todos los demás centros.
Y si tú eres uno de ellos,
lo pasas mal.
Pero la orientadora intenta solucionarlo
y hace que te sientas mejor día tras día.

Álvaro y Diego:
Yo estudio en el Juana.
También estudiaron mi madre y mi hermana.
Con Miguel, que nos pone un 10.
Cristina que nos enseña Física y Química, nos quita la autoestima.
Con Isabel
aprendemos Francés.
Con Susana
aprendemos a tocar la maraca.
A Asunción que nos da Religión
la mareamos mogollón.
Con Jesús
aprendemos actitud.
Ya treinta años de celebración
ya es tan viejo como Alcorcón.
En la cafetería hacen empanadillas y tortillas
Y en Conserjería nos mandan a Secretaría.
Juan Rodríguez tiene quince partes:
¡Vaya desmadre!
En Inglés nos lo pasamos muy bien,
aunque a Daniel lo van a suspender.
Está todo el día comiendo miel.
Puri tiene un silbato
para dirigir a los de Bachillerato.
Con Manuel identificamos los minerales,
por ejemplo, el feldespato.
Además, Elena nos hace magdalenas
pero ni siquiera nos aprueba,
nos mete los ejercicios por las venas.

Isidro, Luis y Juan Rodríguez:
Yo estoy en el Juana.
Me levanto por las mañanas,
me lavo la cara y
desayuno una tostada.
Llego a clase.
Aguanto las tontadas de mi amigo Pana,
que en el recreo se trae una barra.
¡Vaya tostón!
Aguantar al profesor
cuando se pone cabezón
y con eso encima crea afición.
Deberes ponen un montón.
A ver si se enrollan un poco
y dejan de poner un porrón.
Recuperación tras recuperación,
estoy hecho un campeón,
y aunque suspenda,
me consuela Asunción.
Elena es muy buena,
manda pocos deberes y
es una fiera.
Con Alfonso,
Cultura es una tortura,
pero a ver si después de todo
Dios nos ayuda
un poco en Cultura.
Ahora que ya son las dos y cuarto,
ya estoy un poco harto
y estoy que ardo.