martes, 7 de marzo de 2017

Mi vida en el “Juana I de Castilla”… Javier Corrales (antiguo alumno)

El cambio de la escuela al instituto dejó una marca imborrable en mi vida y supongo que en la de mayoría de  las personas. Nunca se olvidarán y se recuerdan con ahínco los primeros momentos y días en la ESO.

A modo de resumen, hablaré un poco en general de todos los cursos y luego profundizaré un poco en cada uno de ellos recordando los momentos más importantes o que más me marcaron.

Sabemos que ahora no es así, pero en mi época primero y segundo de la ESO se daban en lo que hoy es parte del colegio Pedro I, y una vez que llegabas a tercero ya bajabas al instituto grande.

He de decir respecto a 1º y 2º que fueron los cursos donde mejores notas saqué (también la dificultad era mínima). Recuerdo mi primer suspenso en Tecnología en primero, con Teresa. Fue un suspenso contundente que me hizo bajar de la nube en la que estaba. Creo que lloré como un niño que era. En segundo, recuerdo que esa misma asignatura la daba otro profesor que no recuerdo el nombre, pero nos hizo aprender muchas cosas que requerían de manualidad en el laboratorio. De esta primera etapa, recuerdo mucho la asignatura de Música porque era una jefa la que lo daba (Charo), aunque más tarde sería superada por Sole. Del segundo curso, también recuerdo las clases de Ciencias Sociales de José y sus voces. Era un grande.

Del cambio de edificio, ya en tercero, recuerdo las tutorías y clases con Jesús Castañeda y sobre todo el viaje a París con la asignatura de Francés, al final del curso. Fue algo inolvidable. De esta etapa recuerdo muy bien que estaba la clase de los mayores de 2º de Bachillerato enfrente de la nuestra justamente, y era curioso porque además tenía a mi hermano y a amigos en esa clase. Los cinco minutos fueron algo diferente y especial durante todo ese curso.

En cuarto se vio cómo aumentó un poco la dificultad, pero aún se sorteaban con facilidad los pequeños obstáculos que se ponían en medio, en especial en Matemáticas, Física y Química y en Biología. Casualmente estas asignaturas eran las que más me gustaban y por eso hice el Bachillerato de Ciencias. Recuerdo mucho cómo nos daba clase el Director (Manuel) de Física y Química y era curioso porque no hacíamos un examen de cada tema o de varios, si no que en cada nuevo examen seguía entrando lo evaluado anteriormente y era una manera de llevar al día toda la asignatura. Al final nos entraba todo y era muy gracioso.

Del Bachillerato se recuerda sobre todo el viaje de fin de curso a Italia, en primero y, en segundo, la tabarra que nos daban los profesores con la selectividad (PAU). Metían mucha presión, mientras yo pensaba: “primero tendré que aprobar el curso y luego ya me habláis de la PAU”. Pero quiero deciros que no es para tanto, todo el mundo lo aprueba y sé que este año tenéis más incertidumbre de lo normal, pero será parecido a todos años. El viaje a Italia fue una experiencia que no olvidaré nunca y que estuvo genial. Los profesores que nos acompañaron fueron José Luis (Filosofía) y Carlos (Dibujo y EPV) eran unos cachondos, creo que salieron más ellos que nosotros de fiesta. Hay que hacerlo eso… Seguramente me habré dejado muchas cosas sin escribir en estos párrafos, pero lo más importante está y quiero decir que aunque estaba deseando abandonar el instituto, guardo muy buen recuerdo de él, de la mayoría de profesores y de buena parte de mis antiguos compañeros. No quiero terminar sin guardar un buen recuerdo de los profesores que mejor huella me dejaron y los nombro sin problema: D. Pedro (Matemáticas), Javier Sousa (Biología), Ernesto (Matemáticas), Vinuesa (Física, Química), Jesús (Ciencias Sociales e Historia), Elena (Inglés)…de todos, de los/as nombrados/as y los/as que no, guardo buen recuerdo, gracias a todos/as vosotros/as he llegado a ser lo que soy hoy en día.

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