Cuando me enteré de la noticia, me pareció extraño: el curso
de 7º estrenamos las escuelas nuevas, y ahora iba a estrenar instituto.....
Siempre recordaré aquellos días de incertidumbre. A lo que
todo el mundo puede sentir cuando su vida cambia completamente, se unían esos
días de no saber cuándo comenzaríamos las clases, porque las obras estaban sin
terminar.
Yo siempre fui a la escuela de Serrada, con mis vecinos, con
los conocidos de toda la vida y el salto al instituto fue mi primer gran salto
en la vida.
Recuerdo el primer día, a la puerta, esperando a que leyeran
las listas. Me tocó en 1º D, con nadie conocido. ¡¡Vaya chasco!! y a las dos
horas ya pensaba de otra forma ¡¡vaya suerte!! qué gente más maja me había
tocado. A los dos días, me sabía la lista de clase y de dónde era cada uno.
Sobre todo me acuerdo mucho de los de Tordesillas y de los de Robladillo.
Por citar sólo tres nombres, recordaré a mi primer tutor,
Miguel Ángel, de Matemáticas y al Director, Félix, y a tantos profesores que no
puedo nombrar a todos…No me gustaría acabar estas líneas sin acordarme de D.
Luis, aquel conserje, pequeñito de tamaño, pero grande de corazón sin el que el
“insti” no hubiera sido lo mismo.
Un beso a todos los que hemos pasado por el instituto y un
abrazo fuerte a toda la gente con la que compartí algo más que un techo.
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