sábado, 15 de abril de 2017

Mi vida en el "Juana I de Castilla"... Mª Carmen Díaz (antigua alumna y madre de alumnos)

Aquellos maravillosos años en los que la única preocupación era estudiar, si querías estudiar, y salir los fines de semana. Fue una etapa emocionante, excitante y llena de cambios. Pasar de la escuela, la niñez, al instituto... ya eras “mayor”, ya podías hacer muchas cosas que anteriormente no hacías.

Cuando ibas al instituto, tenías 14 años, no era obligatorio, pues ya tenías el Graduado Escolar. Había la posibilidad de trabajar, cosa que ahora no ocurre.

Recuerdo que terminé la escuela y pasé al instituto, un edificio que físicamente estaba al lado de la escuela, pero que al estar dentro había que acatar ciertas normas.

La entrada estaba por la carretera Matilla, entrabas y a la izquierda abajo estaban las aulas de 1º de B.U.P; este curso era la novedad: gente diferente, varios profesores: uno para cada asignatura, también había un papel encima de la mesa del profesor denominado “parte” en el que los profesores ponían falta a la gente que faltaba y ¡qué casualidad! muchas veces desaparecía ¿a qué no adivináis quién le hacía desaparecer?..... Por cierto, encima, el jefe de estudios, Gregorio, el profesor de Ciencias Naturales, era mi tutor, así que cada dos por tres bronca al canto. Recuerdo a Rafael Guerra, el profesor de Lengua, siempre con traje; Rebeca la profesora de inglés, Tita, que en gloria esté,  profesora de Gimnasia, que nos daba unas palizas a correr por las pistas donde teníamos de “espectadores” a los chicos que iban a vernos correr.  Por cierto, había un pequeño vestuario a la salida de las aulas de primero para podernos cambiar de ropa antes y después de Gimnasia. En este primer curso también había clase por las tardes.

Cuando pasé a 2º B.U.P., las aulas estaban en la planta de arriba, justo encima de las de 1º B.U.P. Este curso era importante, ya que dabas asignaturas relacionadas con las Letras y las Ciencias, era cuando veías más o menos claro qué asignatura te gustaba más o se te daba mejor. Estudié por primera vez Física y Química, que la impartía un profesor al que llamábamos Fisiquín, porque era bajito y delgadito, también había otro profesor de esta asignatura al que llamaban Fisicón, por ser todo lo contrario, alto y fuerte. Otra asignatura nueva fue el Latín.

Recuerdo a un compañero que tuve en clase llamado Roberto, se sentaba justo detrás de mí, era encantador, pero desafortunadamente falleció en accidente.

Cuando pasabas a 3º B.U.P. ya sabías si querías estudiar Letras, Ciencias o Mixtas que eran las opciones que antes había. Aprobando este curso, ya conseguías el titulo de Bachillerato. Pero antes habías sufrido con asignaturas como Filosofía, que era impartida por “Petete”, donde la lógica nos traía a todos de cabeza.

Ya llegamos al último curso del instituto, C.O.U. que, casualmente, yo cursé en el instituto actual y que inauguré. Curso importante para la selectividad y que a mí, personalmente, me costó dos años, pero finalmente superé.

Esta etapa la recordaré con cariño, aunque fue algo complicada para mí, ya no solo por estudiar, sino porque yo solo llevaba un año viviendo Tordesillas, difícil hacer amigos, gente muy cerrada. Aunque al final vas encontrando tu lugar, pero con ciertas dificultades.


Mis dos hijos estudian en este instituto en la actualidad, pero porque vivimos prácticamente al lado. Siempre me ha gustado este instituto, pero si ellos hubieran decidido ir al otro y hubiéramos vivido en otra zona de Tordesillas,  hubieran tenido la oportunidad de hacerlo.

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