Durante los últimos quince días, alumnos
de 1º y 2º de Bachillerato han
escrito una serie de microrrelatos con los que han querido denunciar las terribles vivencias que sufren muchas mujeres maltratadas;
unos, los más, ponen su énfasis en los malos tratos
físicos y psicológicos que sufren muchas de estas mujeres, otros describen la
ansiedad que el maltrato produce en
las víctimas, incluso cuando los maltratadores no están. En otros textos queda
reflejada la cobardía de los miserables
que infligen estos malos tratos, otros hablan de héroes anónimos que dan su vida por defender a las mujeres, o nos
alertan sobre la necesidad de actuar cuanto antes. Todos ellos, en definitiva,
muestran nuestro rechazo frontal hacia esta lacra social.
Sentí miedo quedándome paralizada; por un momento dejé de pensar y presentí que me moría
porque no podía respirar. Al despertar, tenía el cuerpo marcado. Pero lo peor
no eran esas señales externas, sino el pensamiento que acudía una y otra vez a
mi cabeza, sin ser capaz de sacarlo fuera! voy a morir! Percibí una sombra tras
de mí. De repente, mi cuerpo caía hacia el vacío desde lo alto de la ventana.
Era consciente de que sería mi último adiós. Lo que creía que ocurriría estaba
ocurriendo y nadie hizo nada por evitarlo.
Eva López Cáceres (1º Bach.-A)
Imaginemos un mundo
en el que sólo exista la paz y el amor, un mundo en el que se respire felicidad
por cada rincón, un mundo en el que nos respetemos los unos a los otros, un
mundo en el que sólo exista la muerte natural, un mundo en el que no haya más
violencia de género. LLAMA AL 016, HAY SALIDA. El anuncio acabó justo en el
momento en el que el cuerpo, todavía caliente, de Sara se desvanecía por el
golpe que su marido Pedro le había dado.
Marina Villagarcía Cano (1º Bach.-B)
Y se fue…
Ella se encontraba feliz en aquella casa.
Todo era paz y tranquilidad, muy bonito.
Todo lo que ella había estado deseando desde hace mucho tiempo. Sin
embargo, esto duró solo un par de horas, hasta que otra vez, aquellos gritos y
golpes por su casa la despertaron de ese sueño. Todo volvía a la realidad,
volvía a revivir lo que llevaba viviendo desde hacía 3 años. Hasta que decidió
hacer su sueño realidad. Y se fue.
Laura Rodríguez Revuelta
(1º Bach.- B)
Cuestión de
tiempo
No consiguió salir lo suficientemente
rápido. La policía ya estaba en su casa cuando quiso tomar la puerta; quizás,
si hubiera cogido el mismo camino que le obligó a tomar a ella, le hubiera dado
tiempo, pero no le pareció tan buena idea tirarse él por la ventana.
Lorena San José Velasco (2º
Bach.-A)
Cada golpe me recordaba lo inútil e
inservible que era ante los ojos de mi marido. Muchas personas pueden pensar
que tomé el camino más fácil, que había otras alternativas; pero me cansé. Me
cansé de las visitas a urgencias en la madrugada y de las miradas de pena, por
eso decidí acabar con todo.
Ángela
Fraile Avendaño (2º Bach.-B)
Aquella mujer vivía en un sueño, una vida
la cual mucha gente envidiaba. Había encontrado a la pareja perfecta, alguien a
quien consideraba un héroe. Por eso, mientras la enterraban no entendían cómo
aquel héroe, en tan poco tiempo había pasado a ser su destructor y el que acabó
con su vida.
Yaiza Vidal Sanz (2º Bach.-B)
Cuando se levantó y vio que no le había
sonado la alarma, corriendo a toda prisa, porque llegaba tarde al cole, se vistió y salió a la calle; se
asustó mucho al ver que el cole
estaba cerrado, sacó el móvil para llamar, cuando en él vio que hoy era sábado
y no había clase…
Luis Jimeno Merino (2º Bach.-A)
Después de aquellos ruidos, Daniel entró
en la casa en ruinas, dispuesto a encontrarla en el estado que estuviese. Él se
esperaba lo peor. Tras el secuestro de María y su brusca desaparición por una
semana, ya no sabía en qué creer, en quién confiar, con quién desahogarse, a
quién acudir. Finalmente, abrió la puerta con miedo a encontrarse a su amiga
muerta o simplemente no encontrarla. Pero no, allí estaba, sentada en una
silla, inconsciente a causa de los golpes que había recibido de su agresor.
Daniel la abrazó, la sacó de allí y juró no volverla a dejar sola nunca más.
Marco Arturo Nieto Redondo (1º Bach.- A)
¿Te crees más hombre por dañar a una mujer?
Eso te hace más cobarde, ¿no lo puedes ver?
No puedo creer, la falta de respeto.
Pegarle a una mujer, yo eso no lo acepto.
Iván Rodríguez Moya (1º Bach. –B)
Siempre me acuerdo de ella, siempre que
puedo. Aún veo sus ojos asustados cuando le oía aparcar fuera y también la oigo
llorar por las noches. Ahora sé lo que sentía; desde que murió, soy la única
mujer en casa.
Carlota González Ortega (1º
Bach.-A)
Era un
día normal para Juan, con la diferencia que decidió cambiar la ruta para ir a
su trabajo, porque la calle por la que solía ir caminando estaba cortada. De
repente, Juan ve un corro de gente y decide acercarse; se trataba de un hombre
agrediendo a su esposa, por razones desconocidas. Juan, tras volver la cabeza
un par de veces y contemplar que nadie movía un músculo, decidió intervenir; él
era una persona normal que trabajaba en un banco como contable, mientras que el
agresor era una persona tosca y corpulenta, pero no le importó. El agresor sacó
de su bolsillo una navaja, acabando con la vida de Juan, quien salvó la vida de
la mujer. El agresor cumplió condena y, al salir, acabó con la vida de su
mujer. Ahora cumple condena, pero saldrá en cuatro años. La vida de Juan no
valió para nada.
Ismael González Bastida (1º
Bach.-A)
Demasiado tarde
María
se despertó como cualquier mañana. Sin mayor novedad, se dispuso a escuchar las
noticias mientras desayunaba. Los informativos abrieron con el asesinato de
otra mujer a manos de su pareja, un hecho que, por desgracia, es común oír cada
semana. En aquel momento recordaban el número de teléfono contra la violencia
de género. Sin embargo, cuando María quiso llamar, se dio cuenta de que estaba
atrapada en la misma situación de tantas otras mujeres en el mundo. Era
demasiado tarde y su hijo lloraba por ella en aquella fría habitación de
hospital.
Miriam Villagarcía Cano (2º Bach.-A)
Aquel día
comenzó como cualquiera: entre gritos, insultos e incluso golpes, pero ella no
sabía que cuando él volviese a casa por la noche, la rabia, la locura y la ira
acabarían con ella finalmente para siempre.
Laura
Blanco Hernández (1º
Bach.-A)
Llegué a casa aterrorizada, sabía lo que
ocurriría, la misma rutina de siempre, él, borracho me insultaría, me pegaría,
abusaría de mí y luego me pediría perdón. Pero ya cansada un día dije: no
quiero tus disculpas, ni escuchar tu voz, lo único que quiero es un poco de
valor, por eso te maldigo y te digo sin temor, que tú no vales más que yo.
Elena Maeso Miguel (2º Bach.-A)
Era una noche oscura de invierno, un
sábado en el que como solía hacer, había estado de fiesta con mis amigos. Iba
sola, de camino a casa cuando oí de repente una voz no muy lejana de donde yo
me encontraba. Me di la vuelta y encontré lo sospechado, un hombre que venía
detrás de mí. Me apresuré e intenté ir lo más rápido posible, aunque para mí
fue demasiado tarde. Cuando desperté me encontré desnuda en un sitio hostil al
lado de aquel hombre. Había sido violada. Desde entonces el olor de las flores
es algo desconocido para mí.
Aitor
Martínez Redondo (2º Bach.-A)
Me miraba, con un odio sobrenatural, sus
cejas se encorvaban mostrando su tremendo enfado, el miedo que tenía no era ni
medio normal; no quería que me pegara, a veces soy valiente y me hubiera
enfrentado a él, pero estaba armado y no tenía ocasión alguna de vencerle. Se
supone que la ley me protege, pero en estos momentos no hay decreto que
importe. Al final el policía sólo le puso las esposas, como a la que había
descuartizado horas antes.
Sergio Centeno Sánchez (2º
Bach.-B)
Conozco
a mi vecina Carmen desde que éramos unos niños, y siempre ha sido muy torpe.
Cuando jugábamos en el parque se caía,
se tropezaba o se chocaba con las paredes. Siempre estaba llena de moratones y
de rozaduras que demostraban su torpeza. Los años han pasado por nosotros y nos
hemos hecho adultos, encontramos el amor temprano y ambos hemos formado una familia.
Ahora no veo mucho a Carmen, pero cada vez que lo hago me sorprendo al ver las
mismas marcas de nuestra infancia en su cuerpo.
Laura
Carnicero Herrero (2º Bach.-B)
Todos
los días la misma rutina, pero su actitud, inconscientemente, iba cambiando. Él
comenzó regalando una infidelidad por cada rosa, un grito por cada respuesta… y
terminó comprando un ramo por cada tumba.
Ana
González Alonso (1º Bach.-A)
Un corazón era
feliz hasta que se enamoró ciegamente de otro al que, a pesar de que la
insultaba, pegaba y maltrataba, ella seguía queriendo, y confiaba en él como el
primer día, hasta que llegó el momento en el que dejó de hacerlo, porque se
pasó al lado de la muerte.
Álvaro
Aragón Sanz (2º Bach.-A)
Se puso el
vestido y los zapatos, le agarró de la mano y dijo: “ya estoy”. Fueron al cine
y luego a cenar; todo fue perfecto, una noche inolvidable… hasta que ella se
desvistió y desmaquilló.
Irene
Alonso Rodríguez (2º Bach.-A)
La historia de Aliss
Tras años de maltrato,
Aliss decidió huir de casa cuando su pareja pegó a su hija de 3 años.
Ella no solo abandonó su hogar, sino también su trabajo, amigos y familia.
Rompió con su entorno, cambió de ciudad y de nombre. Después de un tiempo logró recuperar su autoestima y redirigir su vida. Hoy Aliss y su hija pueden sonreír sin miedo.
Rompió con su entorno, cambió de ciudad y de nombre. Después de un tiempo logró recuperar su autoestima y redirigir su vida. Hoy Aliss y su hija pueden sonreír sin miedo.
Emma Gutiérrez Galván (1º
Bach.-B)
Era una persona feliz en mi relación, pero después fui golpeada,
engañada e insultada; el daño físico apenas era dañino, solo en el instante;
pero lo peor eran mis tristes sentimientos. Me había engañado y pegado, estaba
ciega, pero pude salir de esa situación, coger el teléfono y pedir ayuda…
Juan Carlos Herrero
Cesteros (2º Bach.-B)
Hace diez años
fue el día más feliz de mi vida, era un 25 de noviembre del 2006; todo era
perfecto: mi vestido, blanco como las nubes en verano y él con su traje negro.
Todo fue perfecto; ahora hará cinco años
que empezaron los ojos morados o marrón café y los labios rojos en mis mejillas
color rosado y sus nudillos levantados… pensé que si un día fuimos felices,
podríamos volver a serlo de nuevo. Ahora me hallo blanca, fría y con dos
candelabros a la izquierda y derecha…
Carmen del Bosque Bayón
(1º Bach.-B)
Somos
humanos, nos equivocamos, siempre se nos puede ir la mano, todas las personas
merecemos otra oportunidad y además le quiero. - Se decía mientras limpiaba los
restos del jarrón roto, recogía el agua derramada y ponía en otro jarrón el
agua nueva, se sostenía el hielo en los moratones de la cara y de todo el
cuerpo e intentaba recordar dónde estaban las medicinas para el dolor. Pero
este dolor no se le fue nunca.
Marina Juez Carrera (1º Bach.-A)
Un final no muy feliz
La
relación llegó a su fin. Se acabaron los insultos, los golpes, las peleas… La
joven por fin consiguió la orden de alejamiento. A pesar de ello, él seguía
visitando su cuerpo en coma.
Lorena Pelazas Rivero (1ºBach.-
A)
La oportunidad
-¡Me ha soltado un manotazo!, le dije a
Fátima disgustada. Voy a romper con él.
- No te apresures, quizás… tuviese
motivos para hacerlo, me comentó.
Me quedé pensativa… Fátima es mi amiga y
siempre da buenos consejos, quizá tenga razón, pensé. Le daré una oportunidad.
Fui estúpida, los tortazos acabaron en
palizas y estos acabaron con mi vida. Ningún hombre jamás tendrá razones para
maltratar a una mujer. Ahora Fátima visita
diariamente mi tumba, susurrándome lo siento.
Estefanía Pelazas Rivero (1ºBach.- A)
Pilar llevaba
años aguantando en silencio, hasta que decidió plantar cara y contárselo a la Guardia Civil : “llevo años
sufriendo maltrato tanto físico como psíquico”. La respuesta de los agentes
fue: “tomaremos medidas; de momento, abandona la casa donde vivías con él”.
Pilar fue a recoger sus cosas y no se esperaba que el fin iba a llegar… Nunca
debió volver a esa casa. Esa misma noche fue apuñalada, denunció demasiado
tarde. NO TENGAS MIEDO A DENUNCIARLO. SI LO SUFRES, NO DEJES QUE SEA TARDE.
Bianca E. Benyo (2ºBach.-
B)
No puedo salir, ni
usar el móvil, ni hablar con mis amigos ni familia y menos tener mi propio
dinero. Cada vez que digo algo me cae una paliza o torturas psicológicas.
Esto parecen las
reflexiones de un recluso, pero no, puede ser el testimonio de cualquier mujer
victima de la violencia de género.
Adrián Álvarez Rios (2º Bach.- A)
Alumnos de Secundaria Obligatoria han manifestado por escrito su
rechazo hacia toda forma de maltrato hacia la mujer. Aquí os presentamos alguno
de esos textos:
La violencia de
género es aquella conducta que se realiza de manera constante y adrede para
generar algún tipo de daño físico o emocional.
Las principales
excusas que una mujer se dice a sí misma y a los demás sobre la conducta de su
pareja son:
- Si aguanto un
poco más, las cosas cambiarán y mejorará la situación.
- He debido
hacer algo mal yo.
- Él trabaja,
trae dinero a casa y es bueno con los niños, ¿qué más se puede pedir?
- Él me ama,
solo que, a veces, pierde el control.
Lo más
importante es reconocer que existe el problema, luego animarle a buscar ayuda
y, finalmente, con apoyo de toda la sociedad, aprender a amarse y a respetarse
a sí mismo. Por tanto, fomentar la autoestima y darse cuenta de que no
merecemos maltrato por ninguna razón.
El hombre violento
es una persona que necesita amor y apoyo de profesionales, de familiares y de
amigos, pero, sobre todo, necesita tomar la decisión de querer dar una vuelta a
su vida de forma positiva. Cualquier conducta que tenga una mujer no puede ser
motivo para ser maltratada.
Maialen
Díez Bocos (3º ESO)
Este es un tipo de maltrato realmente sucio y
dañino. Se pega, se humilla, se insulta, se grita, se controla a la otra
persona…que en muchos casos es una mujer. Y que en muchos casos, acaba muerta.
El hombre la hace creer que no sirve para nada, que
sin él no sería nada y eso hace que la mujer se vea obligada a hacer todo lo
que al hombre le plazca. Y cuando se niega, entonces recibe lo que ya hemos
dicho: insultos, golpes, humillación y gritos.
En muchas ocasiones la mujer no denuncia esos
maltratos y acaba por hacer lo que el hombre le pide y ordena, y vive con ello
el resto de su vida.
Pero hay otra parte de las mujeres que piensa que
eso no se puede consentir y lo denuncian. De esa manera mejoran su vida, la de
sus hijos, la de una sociedad que no debe mirar a otro lado.
Por todo esto, el 25 de noviembre se recuerda a
todas las personas que han sufrido violencia de género o que la están
sufriendo.
Se nos recuerda que debemos tratarnos con respeto.
Se les recuerda que tienen derecho a una vida, a
una vida donde lo que reciban sea cariño.
Alumnos de 2º ESO
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