jueves, 24 de noviembre de 2016

EL I.E.S. “JUANA I DE CASTILLA” TAMBIÉN DICE CERO (microrrelatos y reflexiones contra la violencia de género).

Durante los últimos quince días, alumnos de 1º y 2º de Bachillerato han escrito una serie de microrrelatos con los que han querido denunciar las terribles vivencias que sufren muchas mujeres maltratadas; unos, los más, ponen su énfasis en los malos tratos físicos y psicológicos que sufren muchas de estas mujeres, otros describen la ansiedad que el maltrato produce en las víctimas, incluso cuando los maltratadores no están. En otros textos queda reflejada la cobardía de los miserables que infligen estos malos tratos, otros hablan de héroes anónimos que dan su vida por defender a las mujeres, o nos alertan sobre la necesidad de actuar cuanto antes. Todos ellos, en definitiva, muestran nuestro rechazo frontal hacia esta lacra social.

 Aquí los tenéis:


Sentí miedo quedándome paralizada; por un momento dejé de pensar y presentí que me moría porque no podía respirar. Al despertar, tenía el cuerpo marcado. Pero lo peor no eran esas señales externas, sino el pensamiento que acudía una y otra vez a mi cabeza, sin ser capaz de sacarlo fuera! voy a morir! Percibí una sombra tras de mí. De repente, mi cuerpo caía hacia el vacío desde lo alto de la ventana. Era consciente de que sería mi último adiós. Lo que creía que ocurriría estaba ocurriendo y nadie hizo nada por evitarlo.
Eva López Cáceres (1º Bach.-A)


Imaginemos un mundo en el que sólo exista la paz y el amor, un mundo en el que se respire felicidad por cada rincón, un mundo en el que nos respetemos los unos a los otros, un mundo en el que sólo exista la muerte natural, un mundo en el que no haya más violencia de género. LLAMA AL 016, HAY SALIDA. El anuncio acabó justo en el momento en el que el cuerpo, todavía caliente, de Sara se desvanecía por el golpe que su marido Pedro le había dado.

Marina Villagarcía Cano (1º Bach.-B)



Y se fue…
Ella se encontraba feliz en aquella casa. Todo era paz y tranquilidad, muy bonito.  Todo lo que ella había estado deseando desde hace mucho tiempo. Sin embargo, esto duró solo un par de horas, hasta que otra vez, aquellos gritos y golpes por su casa la despertaron de ese sueño. Todo volvía a la realidad, volvía a revivir lo que llevaba viviendo desde hacía 3 años. Hasta que decidió hacer su sueño realidad. Y se fue.
Laura Rodríguez Revuelta (1º Bach.- B)


Cuestión de tiempo
No consiguió salir lo suficientemente rápido. La policía ya estaba en su casa cuando quiso tomar la puerta; quizás, si hubiera cogido el mismo camino que le obligó a tomar a ella, le hubiera dado tiempo, pero no le pareció tan buena idea tirarse él por la ventana.
                  Lorena San José Velasco (2º Bach.-A)


Cada golpe me recordaba lo inútil e inservible que era ante los ojos de mi marido. Muchas personas pueden pensar que tomé el camino más fácil, que había otras alternativas; pero me cansé. Me cansé de las visitas a urgencias en la madrugada y de las miradas de pena, por eso decidí acabar con todo.
                                               Ángela Fraile Avendaño (2º Bach.-B)


Aquella mujer vivía en un sueño, una vida la cual mucha gente envidiaba. Había encontrado a la pareja perfecta, alguien a quien consideraba un héroe. Por eso, mientras la enterraban no entendían cómo aquel héroe, en tan poco tiempo había pasado a ser su destructor y el que acabó con su vida.
Yaiza Vidal Sanz (2º Bach.-B)


Cuando se levantó y vio que no le había sonado la alarma, corriendo a toda prisa, porque llegaba tarde al cole, se vistió y salió a la calle; se asustó mucho al ver que el cole estaba cerrado, sacó el móvil para llamar, cuando en él vio que hoy era sábado y no había clase…
                                               Luis Jimeno Merino (2º Bach.-A)


Después de aquellos ruidos, Daniel entró en la casa en ruinas, dispuesto a encontrarla en el estado que estuviese. Él se esperaba lo peor. Tras el secuestro de María y su brusca desaparición por una semana, ya no sabía en qué creer, en quién confiar, con quién desahogarse, a quién acudir. Finalmente, abrió la puerta con miedo a encontrarse a su amiga muerta o simplemente no encontrarla. Pero no, allí estaba, sentada en una silla, inconsciente a causa de los golpes que había recibido de su agresor. Daniel la abrazó, la sacó de allí y juró no volverla a dejar sola nunca más.
                                                           Marco Arturo Nieto Redondo (1º Bach.- A)


¿Te crees más hombre por dañar a una mujer?
Eso te hace más cobarde, ¿no lo puedes ver?
No puedo creer, la falta de respeto.
Pegarle a una mujer, yo eso no lo acepto.

                               Iván Rodríguez Moya (1º Bach. –B)


Siempre me acuerdo de ella, siempre que puedo. Aún veo sus ojos asustados cuando le oía aparcar fuera y también la oigo llorar por las noches. Ahora sé lo que sentía; desde que murió, soy la única mujer en casa.
Carlota González Ortega (1º Bach.-A)


Era un día normal para Juan, con la diferencia que decidió cambiar la ruta para ir a su trabajo, porque la calle por la que solía ir caminando estaba cortada. De repente, Juan ve un corro de gente y decide acercarse; se trataba de un hombre agrediendo a su esposa, por razones desconocidas. Juan, tras volver la cabeza un par de veces y contemplar que nadie movía un músculo, decidió intervenir; él era una persona normal que trabajaba en un banco como contable, mientras que el agresor era una persona tosca y corpulenta, pero no le importó. El agresor sacó de su bolsillo una navaja, acabando con la vida de Juan, quien salvó la vida de la mujer. El agresor cumplió condena y, al salir, acabó con la vida de su mujer. Ahora cumple condena, pero saldrá en cuatro años. La vida de Juan no valió para nada.
Ismael González Bastida (1º Bach.-A)


Demasiado tarde
María se despertó como cualquier mañana. Sin mayor novedad, se dispuso a escuchar las noticias mientras desayunaba. Los informativos abrieron con el asesinato de otra mujer a manos de su pareja, un hecho que, por desgracia, es común oír cada semana. En aquel momento recordaban el número de teléfono contra la violencia de género. Sin embargo, cuando María quiso llamar, se dio cuenta de que estaba atrapada en la misma situación de tantas otras mujeres en el mundo. Era demasiado tarde y su hijo lloraba por ella en aquella fría habitación de hospital.
Miriam Villagarcía Cano (2º Bach.-A)


Aquel día comenzó como cualquiera: entre gritos, insultos e incluso golpes, pero ella no sabía que cuando él volviese a casa por la noche, la rabia, la locura y la ira acabarían con ella finalmente para siempre.
Laura Blanco Hernández (1º Bach.-A)


Llegué a casa aterrorizada, sabía lo que ocurriría, la misma rutina de siempre, él, borracho me insultaría, me pegaría, abusaría de mí y luego me pediría perdón. Pero ya cansada un día dije: no quiero tus disculpas, ni escuchar tu voz, lo único que quiero es un poco de valor, por eso te maldigo y te digo sin temor, que tú no vales más que yo.
                                                                                          Elena Maeso Miguel (2º Bach.-A)

Era una noche oscura de invierno, un sábado en el que como solía hacer, había estado de fiesta con mis amigos. Iba sola, de camino a casa cuando oí de repente una voz no muy lejana de donde yo me encontraba. Me di la vuelta y encontré lo sospechado, un hombre que venía detrás de mí. Me apresuré e intenté ir lo más rápido posible, aunque para mí fue demasiado tarde. Cuando desperté me encontré desnuda en un sitio hostil al lado de aquel hombre. Había sido violada. Desde entonces el olor de las flores es algo desconocido para mí.
Aitor Martínez Redondo (2º Bach.-A)


Me miraba, con un odio sobrenatural, sus cejas se encorvaban mostrando su tremendo enfado, el miedo que tenía no era ni medio normal; no quería que me pegara, a veces soy valiente y me hubiera enfrentado a él, pero estaba armado y no tenía ocasión alguna de vencerle. Se supone que la ley me protege, pero en estos momentos no hay decreto que importe. Al final el policía sólo le puso las esposas, como a la que había descuartizado horas antes.
Sergio Centeno Sánchez (2º Bach.-B)


Conozco a mi vecina Carmen desde que éramos unos niños, y siempre ha sido muy torpe. Cuando  jugábamos en el parque se caía, se tropezaba o se chocaba con las paredes. Siempre estaba llena de moratones y de rozaduras que demostraban su torpeza. Los años han pasado por nosotros y nos hemos hecho adultos, encontramos el amor temprano y ambos hemos formado una familia. Ahora no veo mucho a Carmen, pero cada vez que lo hago me sorprendo al ver las mismas marcas de nuestra infancia en su cuerpo.
Laura Carnicero Herrero (2º Bach.-B)


Todos los días la misma rutina, pero su actitud, inconscientemente, iba cambiando. Él comenzó regalando una infidelidad por cada rosa, un grito por cada respuesta… y terminó comprando un ramo por cada tumba.
                                   Ana González Alonso (1º Bach.-A)


Un corazón era feliz hasta que se enamoró ciegamente de otro al que, a pesar de que la insultaba, pegaba y maltrataba, ella seguía queriendo, y confiaba en él como el primer día, hasta que llegó el momento en el que dejó de hacerlo, porque se pasó al lado de la muerte.
Álvaro Aragón Sanz (2º Bach.-A)


Se puso el vestido y los zapatos, le agarró de la mano y dijo: “ya estoy”. Fueron al cine y luego a cenar; todo fue perfecto, una noche inolvidable… hasta que ella se desvistió y desmaquilló.
Irene Alonso Rodríguez (2º Bach.-A)




La historia de Aliss
Tras años de maltrato,  Aliss decidió huir de casa cuando su pareja pegó a su hija de 3 años. Ella no solo abandonó su hogar, sino también su trabajo, amigos y familia.
Rompió con su entorno, cambió de ciudad y de nombre. Después de un tiempo logró recuperar su autoestima y redirigir su vida. Hoy  Aliss y su hija pueden sonreír sin miedo.
Emma Gutiérrez Galván ( Bach.-B)

Era una persona feliz en mi relación, pero después fui golpeada, engañada e insultada; el daño físico apenas era dañino, solo en el instante; pero lo peor eran mis tristes sentimientos. Me había engañado y pegado, estaba ciega, pero pude salir de esa situación, coger el teléfono y pedir ayuda…
            Juan Carlos Herrero Cesteros (2º Bach.-B)

Hace diez años fue el día más feliz de mi vida, era un 25 de noviembre del 2006; todo era perfecto: mi vestido, blanco como las nubes en verano y él con su traje negro. Todo fue perfecto;  ahora hará cinco años que empezaron los ojos morados o marrón café y los labios rojos en mis mejillas color rosado y sus nudillos levantados… pensé que si un día fuimos felices, podríamos volver a serlo de nuevo. Ahora me hallo blanca, fría y con dos candelabros a la izquierda y derecha…
            Carmen del Bosque Bayón ( Bach.-B)
                                              
Somos humanos, nos equivocamos, siempre se nos puede ir la mano, todas las personas merecemos otra oportunidad y además le quiero. - Se decía mientras limpiaba los restos del jarrón roto, recogía el agua derramada y ponía en otro jarrón el agua nueva, se sostenía el hielo en los moratones de la cara y de todo el cuerpo e intentaba recordar dónde estaban las medicinas para el dolor. Pero este dolor no se le fue nunca.
Marina Juez Carrera ( Bach.-A)
Un final no muy feliz
La relación llegó a su fin. Se acabaron los insultos, los golpes, las peleas… La joven por fin consiguió la orden de alejamiento. A pesar de ello, él seguía visitando su cuerpo en coma.
                                                                                 Lorena Pelazas Rivero (1ºBach.- A)

La oportunidad
-¡Me ha soltado un manotazo!, le dije a Fátima disgustada. Voy a romper con él.
- No te apresures, quizás… tuviese motivos para hacerlo, me comentó.
Me quedé pensativa… Fátima es mi amiga y siempre da buenos consejos, quizá tenga razón, pensé. Le daré una oportunidad.
Fui estúpida, los tortazos acabaron en palizas y estos acabaron con mi vida. Ningún hombre jamás tendrá razones para maltratar a una mujer. Ahora Fátima visita  diariamente mi tumba, susurrándome lo siento.
                                                                     Estefanía Pelazas Rivero (1ºBach.- A)


Pilar llevaba años aguantando en silencio, hasta que decidió plantar cara y contárselo a la Guardia Civil: “llevo años sufriendo maltrato tanto físico como psíquico”. La respuesta de los agentes fue: “tomaremos medidas; de momento, abandona la casa donde vivías con él”. Pilar fue a recoger sus cosas y no se esperaba que el fin iba a llegar… Nunca debió volver a esa casa. Esa misma noche fue apuñalada, denunció demasiado tarde. NO TENGAS MIEDO A DENUNCIARLO. SI LO SUFRES, NO DEJES QUE SEA TARDE.
Bianca E. Benyo (2ºBach.- B)


No puedo salir, ni usar el móvil, ni hablar con mis amigos ni familia y menos tener mi propio dinero. Cada vez que digo algo me cae una paliza o torturas psicológicas. 
Esto parecen las reflexiones de un recluso, pero no, puede ser el testimonio de cualquier mujer victima de la violencia de género.
Adrián Álvarez Rios (2º Bach.- A)

Alumnos de Secundaria Obligatoria han manifestado por escrito su rechazo hacia toda forma de maltrato hacia la mujer. Aquí os presentamos alguno de esos textos:


La violencia de género es aquella conducta que se realiza de manera constante y adrede para generar algún tipo de daño físico o emocional.
Las principales excusas que una mujer se dice a sí misma y a los demás sobre la conducta de su pareja son:
- Si aguanto un poco más, las cosas cambiarán y mejorará la situación.
- He debido hacer algo mal yo.
- Él trabaja, trae dinero a casa y es bueno con los niños, ¿qué más se puede pedir?
- Él me ama, solo que, a veces, pierde el control.

Lo más importante es reconocer que existe el problema, luego animarle a buscar ayuda y, finalmente, con apoyo de toda la sociedad, aprender a amarse y a respetarse a sí mismo. Por tanto, fomentar la autoestima y darse cuenta de que no merecemos maltrato por ninguna razón.
El hombre violento es una persona que necesita amor y apoyo de profesionales, de familiares y de amigos, pero, sobre todo, necesita tomar la decisión de querer dar una vuelta a su vida de forma positiva. Cualquier conducta que tenga una mujer no puede ser motivo para ser maltratada.

Maialen Díez Bocos (3º ESO)


 En este mundo no debería de haber ningún tipo de guerras, ni maltratos. Deberíamos ser todos iguales, tener los mismos derechos…pero esto no es así. Y uno de los problemas que refleja que nuestra sociedad no funciona bien es la violencia de género.

Este es un tipo de maltrato realmente sucio y dañino. Se pega, se humilla, se insulta, se grita, se controla a la otra persona…que en muchos casos es una mujer. Y que en muchos casos, acaba muerta.

El hombre la hace creer que no sirve para nada, que sin él no sería nada y eso hace que la mujer se vea obligada a hacer todo lo que al hombre le plazca. Y cuando se niega, entonces recibe lo que ya hemos dicho: insultos, golpes, humillación y gritos.

En muchas ocasiones la mujer no denuncia esos maltratos y acaba por hacer lo que el hombre le pide y ordena, y vive con ello el resto de su vida.

Pero hay otra parte de las mujeres que piensa que eso no se puede consentir y lo denuncian. De esa manera mejoran su vida, la de sus hijos, la de una sociedad que no debe mirar a otro lado.

Por todo esto, el 25 de noviembre se recuerda a todas las personas que han sufrido violencia de género o que la están sufriendo.

Se nos recuerda que debemos tratarnos con respeto.

Se les recuerda que tienen derecho a una vida, a una vida donde lo que reciban sea cariño.

                                                                                                   Alumnos de 2º ESO






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